Desde que me enteré de la noticia de estar embarazada he estado buscando todas las cositas que pueden hacer falta a la hora de tener al bebé en casa, y la primera de las cosas que me interesó fue el cojín de lactancia que además me resultó muy sencillo de hacer.
El cojín de lactancia se introduce en la cintura de la madre por la parte abierta, se ajusta a su contorno, y el bebé se coloca encima. Relaja las cervicales y la columna vertebral, evita la tensión en los brazos y mantiene al bebé seguro durante la toma. Además sirve para cuando el bebé ha crecido y puede mantenerse sentado en el hueco de este cojín como soporte trasero y lateral.
El patrón que encontré en Internet tiene forma de media luna. Estos cojines suelen ser grandes y el relleno esponjoso para que sea lo más cómodo posible para el bebé.
La tela para confeccionar la funda ha sido aleatoria, ya que si no conocemos el sexo del bebé cualquier estampado infantil o de flores le va a venir bien.
Para cerrar la funda he escogido una cremallera invisible cosida por la costura, pero hay otras formas de cerrar la funda, escoge siempre la que más te convenga. Puedes hacer varias fundas y utilizar el mismo relleno.