Bufanda de lana azul

Yo siempre había visto a mi abuela tejiendo lana, algo que me parecía bastante aburrido y lento, sin embargo me impresionaba como algo tan fino se pudiera convertir en una bufanda, por lo que compré todo lo necesario y fui a visitar a mi abuela.

He necesitado dos agujas gordas del número 7 y dos ovillos de lana, un poco gorda, de 190 metros cada uno.

Al ser la primera vez que empiezo a tejer, he decidido hacer un punto básico, el llamado Punto Musgo, que consiste en tejer en punto derecho todas las hileras.

Después de tejer varias hileras, ya se va viendo como aparecen ondas horizontales.

 Al principio llega a ser un poco rollo pero con un poquito de paciencia y sin tener mucha prisa en terminarlo se llega a conseguir una extensa bufanda.

Y el resultado es una maravillosa bufanda de lana ideal para proteger a mi prima Sara de estos días de frío.

Tarta de chucherías (Bob Esponja)

Con motivo del octavo cumpleaños de mi primo Alejandro, me he decidido a hacerle yo misma una tarta de chucherías tras la idea que me dio mi madre.

Por lo que he ido a comprar todo lo necesario: palillos de fiesta y varias bolsas de chucherías; en este caso he utilizado tronquitos, ladrillos, esponjas y otros de goma.

También he necesitado trozos de corcho blanco para poder pinchar las chucherías con el palillo y papel de plata para envolver el corcho. Yo he decidido hacerlo en redondo utilizando dos moldes redondos de diferente tamaño y un cuchillo para cortarlo.

Una vez colocadas todas las chucherías y colocado el bote de Bob Esponja en la parte de arriba, la he envuelto en papel transparente y lo he cerrado con un lazo rojo.

Mueble de bricolaje

Como me encanta el reciclaje, dar un nuevo uso a otras cosas, y poco a poco he ido acumulando material y herramienta de bricolaje, he reutilizado un escacharrado mueble de cocina y lo he convertido en mi mueble de bricolaje.

Como estaba estropeado, he tenido que sustituir alguna de las maderas que lo componen. Tiene dos repisas por lo que permite colocar mejor las cosas.

En la parte de arriba he colocado todo tipo de material necesario para hacer trabajos de bricolaje como pinturas, lijas, clavos, tornillos...

Y en la parte de abajo, la lijadora, que es la única herramienta eléctrica que tengo y que he utilizado hasta ahora y otros materiales. 

Con detalles infantiles como a mí me gustan y mi nombre para hacerlo más personal.

Cesta para Nora

Con motivo del nacimiento de Nora y para ser un poco originales, hemos decidido hacer una cesta para el bebé, resultando así un regalo más personal.

He comprado un barreño tipo bañera, la cuál he decorado con pegatinas de Winnie the Pooh.

Esta curiosa cesta está llena de regalos, todo para el bebé, en este caso con regalos de niña, en los que predomina el color rosa.

Es muy importe, aportar otro detalle como es el de una tarjeta de felicitación acorde con el acontecimiento, en este caso aparece el dibujo de un bebé y por dentro se da la enhorabuena a los padres.

Una vez que está todo colocado, se tapa con un plástico transparente que se mete por dentro haciendo presión con los pañales y finalmente se termina con un lazo del color que se prefiera.

Cesta para David

Con motivo del nacimiento de David, el hijo de unos amigos, y para ser un poco originales, hemos decidido hacer una cesta con todo para el bebé, resultando así un regalo más personal.

Hemos comprado un barreño tipo para recoger la ropa de la lavadora de color azul, y lo hemos llena de todo lo necesario para el bebé recién nacido, en el que predomina el color azul.

Para esconder los pañales que se ven, hemos escogido un papel de regalo con dibujos de Winnie the Pooh.

Una vez que está todo colocado, se tapa con un plástico transparente que se mete por dentro haciendo presión con los pañales.

Mientras que Alba y yo decorábamos la cesta, el resto estaba dando la enhorabuena a los padres a través de sus palabras escritas en la tarjeta de felicitación que hemos escogido.

Finalmente se termina con un lazo del color que se prefiera, en este caso azul como la cesta.

Maleta de madera de 1952.

 Esta maleta perteneció a mi abuelo Ismael, la cuál le hizo un amigo carpintero con los tablones sobrantes de su taller.

Era una maleta muy pesada que mi abuelo la utilizó para ir a la mili, desde entónces ha estado cogiendo polvo en su trastero hasta que ha decidido entregármela a mí para que la aprovechara porque sabía que yo la podría conservar siempre.

Procedo a lijar una de las tapas y compruebo la diferencia entre ambas, se aprecia un notable cambio ya que la madera estaba muy dañada y vieja.

El interior también estaba muy dañado por lo que realizo un pequeño lijado, le echo un poco de barniz para proteger la madera y, una vez seco, pego esta tela aterciopelada.

Una vez restaurada la maleta, he decidido utilizarla para guardar ropa, que se conserva en perfecto estado, de cuando yo era pequeña.